A veces nos dicen: «Quiero vender mi despacho, ¿Cuánto vale?» y la primera respuesta que nos viene a la cabeza es «lo que esté dispuesto a pagar por él un posible comprador».
Posteriormente, el socio nos suele preguntar qué múltiplo del EBITDA se utiliza. Y aquí es donde vemos que la mayor parte del sector sólo piensa en una valoración financiera del despacho. Evidentemente, esta es una parte importante, pero no la única.
Desde nuestra experiencia, trabajamos la valoración financiera del despacho, donde efectivamente se utiliza, entre otros medios, el EBITDA (después de la remuneración profesionalizada del socio) multiplicada por 4 o 5.
Pero no nos quedamos aquí, también complementamos la valoración financiera con dos valoraciones más: fondo de comercio y oferta-demanda. En la valoración del fondo de comercio visualizamos la tipología de clientes y la fórmula que tiene el despacho para la captación de los mismos. En la oferta-demanda, valoramos la cantidad de despachos que puedan estar interesados en la adquisición del despacho valorado (por ejemplo hay más candidatos en Madrid o Barcelona que para despachos en una pequeña población).
Consideramos que limitarse a la valoración financiera del despacho es no poner en valor suficientemente otros aspectos que también influyen en el precio final que se puede pagar por una firma profesional.
Si tienes cualquier duda ante este tema no dudes en contactar desde despachos profesionales y nosotros te ayudaremos ante cualquier duda que te surja.